2024

 

Comenzamos un nuevo cuaderno de viaje. Un cuaderno de  viaje que lleva por título 2024.

                         

En este cuaderno iremos dejando constancia de las  pequeñas historias de nuestra Asociación. Las que entre  todos escribiremos día a día. Escribiremos nuestras horas  de trabajo en el tatami, horas de esfuerzo y de ilusión. En sus  páginas en blanco iremos pegando las imágenes que nos  vaya dejando nuestro camino: fotos de nuestro torneo, de  nuestra ceremonia de graduación. En sus hojas volveremos a pintar imágenes de anime. En sus páginas resonará de  nuevo la voz de la Gaita Kamishibaiya, llevándonos a un  mundo de cuentos, en ellas el  pincel volverá a plasmar  hermosos kanjis.

 

Entre todos escribiremos un hermoso cuaderno de viaje titulado 2024.

 

Queremos comenzar esta andadura con un agradecimiento especial a un patrocinador, a una empresa que sin cesar nos está dando apoyo logístico sin pedir nada cambio, de forma desinteresada. A "Transportes njr nuestras más sinceras gracias.

 

                          

 

Taller de bonsai navideño

 

 

 

Noviembre 2023.

 

El pasado día 1 de diciembre, JKA Cantabria organizó el último taller del año, taller de bonsái navideño, muy apropiado a las fechas en que nos encontramos. El taller fue impartido por nuestro compañero Manuel Ramiro.

 

 

Debe decirse en honor a la verdad, que los asistentes no trabajaron con bonsáis, sino con ejemplares de flor de pascua. Manuel proporcionó unas explicaciones iniciales sobre el cuidado de la planta, frecuencia de riego, ubicación más adecuada, saneamiento y otras.

 

 

 

A continuación, se hicieron prácticas sobre cómo modificar a la planta, eliminando alguna hoja, podando alguna rama, dirigiendo otras, hasta lograr una forma equilibrada, que además permita colgar algunos adornos navideños. Estos ejercicios constituyen los primeros pasos o una introducción a la práctica del arte del bonsái.

 

 

 

La segunda parte del taller tuvo un contenido más navideño.  Obtenida la forma de la planta deseada por cada uno, los asistentes decoraron unas bolas de navidad que después colgaron en su planta, logrando así el bonsái navideño.

 

 

Mientras se impartía este taller, un grupo de jóvenes samurais de JKA Cantabria estaba viajando a Motril para participar en un campeonato nacional de JKA.

Pero eso es otra historia que ya contaremos .

 

 

 

 

 

 

Kamishibai.

 

Una puerta a un mundo de …

 

Kamishibai significa "teatro de papel", es una forma de contar cuentos originaria de Japón. El cuentacuentos o gaito kamishibaiya relata su historia ayudándose de láminas de colores y un pequeño escenario portátil. Esto es, en resumen, lo que se puede leer en cualquier reseña si se indaga sobre el significado de la palabra japonesa kamishibai.

 

Pero lo que sucedió el pasado viernes, 10 de noviembre, en el taller de kamishibai organizado por JKA Cantabria,  dirigido por nuestra compañera Angela San José, y al que asistieron 18 niños, escapa a esta explicación, fue algo más. Esta es su crónica.

 

 

- ¿Adónde nos lleva esta puerta?, pregunta Ángela

- ¿Qué hay detrás de esta puerta? Continua.

- Un mundo… sugiere.

- Un mundo de historias, responde apresurado un niño.

Un mundo de cuentos, dice otro.

- Un mundo de dinosaurios, apostilla otro que no quiere quedarse atrás.

¿Llamamos?, pregunta de nuevo Ángela. ¿Abrimos la puerta?

 

 

 

Ángela llama. La puerta se abre a un mundo... ¡de cuentos! Empieza la magia…:  la dulce voz de la gaito kamishibaiya, su entonación, su énfasis, inspirando sentimientos y provocando emociones en el infantil público, el susurro del deslizar de las láminas, las voces excitadas de los peques añadiendo matices al relato, las imágenes de vivos colores. Esto es kamishibai, la tradición oral de la narrativa, el arte de contar cuentos cautivando a los oyentes.

 

 

 

Así, todos juntos descubrieron en el primer cuento a “Super-Extra-Fabulobo”: “el lobo que quería ser un superhéroe”. Un lobo que quería ser un héroe para deslumbrar a su amada Lupe, y descubrió que no hacía falta ser un héroe para ser alguien valioso.

 

                        

 

En el segundo cuento, “el hilo invisible”, Angela cedió su papel de gaito kamishibaiya, a todos los niños que quisieron. Así mientras narraban, tejían un hilo invisible que iba uniendo a todos los asistentes entre sí y con Nura, la protagonista del cuento. Un hilo invisible que nos une a los seres humanos con todos los que queremos y apreciamos y con quienes compartimos nuestra existencia.

 

 

 

De este modo, el cuento “el hilo invisible” se convirtió en el cuento de los niños que contaban cuentos, o en el cuento de los niños gaito kamishibaiya que contaban el cuento “el hilo invisible”. El hilo que nace en…

     

 

 

Por cierto, ¿Sabéis para qué sirve el ombligo? La respuesta la tienen los asistentes al taller.

 

Finalizada la narración, cerrada esa puerta mágica del kamishibai que nos lleva a otro mundo, Ángela entregó a cada asistente, una lámina para colorear, para que eligieran: o bien que superpoder querían tener, o bien contaran a quien les une su hilo invisible.

 

 

 

Os esperamos a todos en nuestro próximo taller de bonsai navideño, el próximo día 1 de diciembre a las 7 de la tarde.

 

 

 

 

 Podéis inscribiros aquí. Nos vemos.

 

 

Shodō, el camino de la escritura.

 

             

 

JKA Cantabria organizó el pasado viernes 20 de octubre el segundo taller de Shodō en las instalaciones del Centro Cívico Numancia. El taller fue dirigido por nuestro maestro y compañero Siro Castrodeza, que logró transmitir un idea global de lo que es el Shodō, mediante explicaciones y propuestas de ejercicios.


El Shodō es la caligrafía de Japón, o para ser más precisos, el arte de la caligrafía de Japón. Si la caligrafía es un arte, el Shodō constituye la expresión más refinada y sublime de ese arte. La aproximación a la comprensión del Shodō exige tener presentes dos ideas:

Una, el Shodō guarda una estrecha relación con el budismo zen. Es un instrumento para la práctica de la meditación y el autocontrol. Por tanto, su práctica exige, una disposición de ánimo, dejar el alma en cada trazo. Es por tanto un camino de perfección.

La otra, que el Shodō, no es una forma de escritura. El Shodō, ante todo, una disciplina artística, y como tal exige, tiempo, dedicación, paciencia y concentración. Como su nombre indica, es un camino, camino de expresión artística, y el camino se hace caminando.

El Shodō, hasta un cierto nivel, es una asignatura obligatoria en las escuelas de primaria japonesas.

Como hemos dicho el taller fue impartido con Siro, con la ayuda de una asistente virtual: una niña japonesa practicando la caligrafía sobre su pupitre escolar. Bromas aparte, mostró una foto de una escolar japonesa para ilustrar sobre la posición correcta y la forma de agarrar el pincel.

 

                     

 

Antes de comenzar el taller se proporcionó a cada asistente los útiles necesarios para la práctica de los ejercicios: pinceles de dos grosores, rotulador pincel, cuencos de agua, tintero, tinta, papel japonés cuadriculado especial para practicar, hojas de agua y por supuesto papel de arroz.

 

     

 

Siro comenzó el taller proporcionado unas explicaciones sobre los sistemas de escritura de la lengua japonesa: hiragana, el Katakana, kanji , su significado, su contenido  y sus reglas. Combinó sus explicaciones con ejercicios prácticos, ampliando las mismas al tiempo que se avanzaba en las prácticas. 

 

La escritura japonesa está compuesta por cuatro sistemas diferentes de caracteres, el hiragana, el katakana, kanji y romaji., para su práctica se utiliza pincel y tinta.

 

El aprendizaje del japonés se inicia con el hiragana. El hiragana y el katakana son silabarios y están formados por caracteres fonéticos. Son semejante a nuestro alfabeto. La diferencia está en que nuestro alfabeto, los caracteres son de una sola letra, y cada letra expresa un sonido, en los silabarios, cada carácter representa una silaba o conjunto de letras, a las que se asocia un sonido.  El hiragana, modo de escritura fonético, es el primero que aprenden los niños en las escuelas. El katakana se utiliza fundamentalmente para los extranjerismos y onomatopeyas. Los caracteres de estos silabarios se denominan kana.

 

Llegados a este punto de las explicaciones, se comenzó con los ejercicios.

 

Como primer ejercicio, se propuso escribir los signos del silabario katakana en una hoja de papel con una cuadrícula especial, utilizando un rotulador japonés con dos puntas de pincel. Se debe escribir un signo dentro en cada cuadricula. La explicación es sencilla cada signo debe tener unas proporciones precisas en su conjunto y cada uno de los trazos en relación con el conjunto y con los demás. La cuadricula sirve de ayuda, escribiendo un signo dentro de cada cuadro.                           

 

               

 

El uso del rotulador tiene como finalidad familiarizarse con la técnica antes de utilizar el pincel y la tinta.

 

                  

 

Además, los trazos de cada signo deben escribirse en un orden concreto, que no puede alterarse y se escriben en una dirección concreta que tampoco puede alterarse, como bien explico Siro en la pizarra.

 

La segunda propuesta consistió en escribir los signos del silabario hiragana  , pero esta vez utilizando pincel y tinta sobre una hoja especial llamada hoja de agua. Se moja el pincel en agua y a medida que entra en contacto con el papel la hoja cobra color, apareciendo el trazo como si se estuviera escribiendo con tinta. Cuando la hoja ha absorbido toda el agua comienza a secarse desapareciendo lo escrito y permitiendo la reutilización de la hoja.

 

      

 

La siguiente explicación versó sobre los kanji, que se utilizan para expresar conceptos, no sonidos. Su utilización es el siguiente paso en este “camino” de escritura. Existe una lista de kanji que deben aprenderse en el sistema educativo japonés. Los kanji no se corresponden con ningún sonido, sino con un concepto concreto. No existe en los lenguajes escritos occidentales un conjunto sistematizado de caracteres conceptuales. Todos utilizan sistemas de signos fonéticos. Un ejemplo de signo  similar a un kanji en nuestro sistema de escritura podría ser el símbolo que representa el euro, €, signo que representa un concepto, la unidad monetaria europea. Así, podemos escribir 100 euros, ó también 100 €.

 

Así, el último ejercicio consistió en escribir un kanji con tinta y pincel sobre papel de arroz.  Se proporcionó a los alumnos el modelo, y una copia del kanji mostrando sus contornos, como si fuera un dibujo, para enseñar la forma precisa que debe tener la pincelada y el orden de trazado.

                                          

                            

 

A continuación, papel de arroz, tinta y pincel y...  ¡a trabajar!

 

     

 

Aquí es donde se experimenta de verdad el Shodō, la exigencia de concentración, del trazo preciso, la necesidad de mucho trabajo, todo ello en busca de la sencillez y de la belleza. En esta etapa, el calígrafo virtuoso escribe con el cuerpo y con el alma.

 

JKA Cantabria quiere agradecer su asistencia a todos los que participaron en el taller. Continuaremos impartiendo más talleres, para profundizar en esta disciplina artística.

 

                        

 

Gracias al Centro Cívico Numancia que viene colaborando con JKA Cantabria poniendo a nuestra disposición sus instalaciones para la celebración de nuestros talleres. Gracias a todos los que nos seguís. ¡Nos vemos pronto!